Caldo de Pollo Casero y Sin Grasa: El Secreto para un Sabor Exquisito. El caldo de pollo casero es una receta que nos remonta a la cocina de nuestras abuelas, donde cada ingrediente se seleccionaba con cuidado y el tiempo era un aliado para conseguir ese sabor inigualable. Hoy quiero enseñarte cómo hacer un caldo de pollo casero y reconfortante, lleno de sabor, sin nada de grasa y perfecto para tus sopas caseras, consomés y muchos otros platos.
Caldo de Pollo Casero y Sin Grasa: El Secreto para un Sabor Exquisito
Una vez pruebes esta receta, te olvidarás de los caldos insulsos y grasosos que a menudo encontramos envasados. Este caldo tendrá cuerpo, un sabor profundo y será el aliado perfecto para esos días fríos o para cuando necesites un empujón extra de energía.
Ingredientes
Para 6 personas, necesitarás:
- 4 carcasas de pollo
- 4 alitas de pollo
- 3 litros de agua
- 1 puerro
- 1 patata pequeña
- 1 cebolla pequeña
- 1 zanahoria
Preparación Paso a Paso
Paso 1: Preparación Inicial
Para obtener un caldo con más sabor y color, comenzamos tostando las carcasas y las alitas de pollo. Puedes hacerlo en una bandeja de horno, lo que evitará añadir grasas innecesarias. Este paso es crucial, ya que el tostado de los huesos libera sabores profundos y mejora significativamente el resultado final.
Paso 2: Cocinar el Caldo
Coloca las carcasas y las alitas tostadas en una olla grande o marmita. Cubre con 3 litros de agua fría y lleva a ebullición a fuego medio-alto. Una vez que el agua comience a hervir, reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante 45 minutos. Durante este tiempo, es importante retirar las impurezas que suben a la superficie con una espumadera.
Paso 3: Añadir las Verduras
Pasados los 45 minutos, aplasta los huesos con una cuchara para liberar más colágeno y sabor. Luego, agrega las verduras: el puerro, la patata, la cebolla y la zanahoria, todas cortadas en trozos medianos. Cocina todo junto durante otros 45 minutos. Las verduras añadirán frescura y un extra de sabor al caldo.
Paso 4: Colar y Concentrar el Caldo
Una vez finalizada la cocción, cuela el caldo para retirar los huesos y las verduras. Vuelve a poner el caldo colado a cocer a fuego vivo durante 15 minutos más, para concentrar el sabor y reducir un poco el líquido. Este paso intensifica los sabores y da cuerpo al caldo.
Paso 5: Eliminar la Grasa
Después de reducir el caldo, deja que se enfríe un poco y colócalo en frascos. Mete los frascos en la nevera durante un par de horas. La grasa se solidificará en la superficie, permitiendo retirarla fácilmente con una cuchara. Este paso asegura que tu caldo quede limpio y sin grasa.
Consejos para un Caldo Perfecto
- Tostar los Huesos: Este paso es esencial para obtener un caldo con más sabor y un color más profundo.
- Eliminar Impurezas: Retira las impurezas durante la cocción para obtener un caldo claro.
- Desgrasado en Frío: Deja enfriar el caldo en la nevera para retirar la grasa de manera sencilla.
- Uso del Caldo: Este caldo es perfecto para sopas, consomés, arroces, guisos y estofados. Puedes congelarlo en porciones para tenerlo siempre a mano.
Preparar un caldo de pollo casero y sin grasa es una tarea sencilla que requiere paciencia y buenos ingredientes. El resultado es un caldo con un sabor intenso y reconfortante, ideal para múltiples usos en la cocina. Con estos trucos y pasos detallados, podrás disfrutar de un caldo de calidad, libre de grasas y lleno de nutrientes. Anímate a probar esta receta y descubre el placer de lo casero. ¡Buen provecho!.
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